Citroën Rosalie, un auto rompe records
Estamos en el año 1932, el mundo comienza a ver leves mejorías luego de la Gran Crisis Mundial del ’29; Europa comienza a temblar ante el ascenso de los totalitarismos; y el Salón del Automóvil ve nacer al Citroën Rosalie. Detrás de ese nombre suave y femenino, se esconde un automóvil elegante, económico y cómodo.
El Rosalie, a pesar de ser pequeño, contaba con un motor de ocho cilindros. Tenía una potencia de 32CV, algo inusual para la época. Además, era capaz de alcanzar los 80 km/h. Entre sus innovaciones podemos nombrar su motor flotante, su carrocería monocasco y unas nuevas suspensiones hidráulicas.
Como el mundo apenas comenzaba a recomponerse, André Citroën tenía en claro que los vehículos debían ser económicos. Así el Rosalie, aún con todas sus prestaciones, fue accesible para cualquier trabajador.
El automóvil fue popular entre las mujeres de la época, algo poco común para la época. El Rosalie cumplía con todos los estándares de comodidad, bienestar y encanto para ellas.
“Le Petit Rosalie” rompió muchos récords para su época. Fue campeón en todas la categorías de Francia, según muestra un artículo en Citroën Origins. También, rompió records de resistencia: el primer auto en recorrer 30.000 kilómetros sin necesidad de un service. Se hizo famoso en el Autódromo Linas-Monthlhéry, donde rompió todos los registros.
El Rosalie fue producido entre los años 1932 y 1938. Se fabricaron cerca de 20.000 vehículos. Su espíritu innovador y moderno todavía perdura en los nuevos modelos Citroën.