EL DÍA QUE PILOTOS DE LA F1 CORRIERON CON CITROËN
Este fin de semana inicia la temporada 2021 de la F1 en Bahrain con muchas novedades, no solo en reglamentos sino en las formaciones de los equipos y el debut de Mick Schumacher.
Para los que no conocen la historia, hace cuatro décadas ya hubo un gran interés por introducir poco a poco la competición en los emiratos y países ricos por el petróleo. El evento fue organizado por un empresario de Birmingham, Martin Hone (posteriormente crearía también el Superprix de Birmingham) y se pretendía llevar a algunos de los mejores pilotos del mundo de la época a competir en lo que se conocía como el Gran Premio de Dubái, el cual tuvo lugar durante el Día Nacional de los Emiratos Árabes Unidos, también copiando la idea de las Vegas y creando un circuito provisional alrededor del hotel Hyatt Regency.
Había una hoja en blanco para crear un circuito que permitiera hacer distintas carreras y que además tuvo un estreno de lujo ya que hasta allí precisamente se desplazó el Nimrod Aston Martin del Grupo C para hacer su primer acto público. Obviamente la idea de llamarlo Grand Prix fue para darle algo más de notoriedad, y que los propios locales pudieran saber que no se trataba de las famosas carreras de camellos y que se trataba una competición de coches.
En la zona del Deira Corniche, Hone diseñó un circuito urbano de 2.625 metros, importó comisarios del Reino Unido previo un buen pago por sus servicios y se hizo con un buen plantel de pilotos entre algunos corredores veteranos, competidores del Británico de Turismos, miembros del Club Aston Martin o leyendas de las carreras: John Watson, Jack Brabham, Denny Hulme, John Surtees, Bruno Giacomelli, Stirling Moss, Carroll Shelby, Roy Salvadori, Richard Attwood, Derek Bell, Nigel Mansell, Brian Henton, Innes Ireland, John Fitzpatrick, Keke Rosberg, Dan Gurney, David Kennedy, Phil Hill, Marc Surer y Helmut Marko.
Los coches llegaron en barco y muchos prefirieron directamente llevarlos en el contenedor hasta el circuito y utilizarlos como improvisados boxes. El asfalto estaba lleno de arena y las protecciones prácticamente brillaban por su ausencia. Juan Manuel Fangio viajó desde Argentina para la ocasión, dando algunas vueltas de exhibición con el Mercedes W196 que terminaron con el argentino sufriendo incluso un trompo. Su fin de semana estuvo a punto de terminar en tragedia, ya que, según las crónicas, tuvo un amago de infarto del que afortunadamente se recuperó.
Los Citroën CX salieron muy temprano por la mañana con algunos de los mayores talentos a su volante para brindar un espectáculo indescriptible.
Debemos recordar que el Citroën CX nació en 1974 con la intención de ser el heredero del Citroën DS. Una misión muy complicada que se trató de suplir con un buen cargamento de tecnología y con un diseño aún más futurista en una época en la que ya se empezaba a imaginar cómo serían los coches voladores del año 2000. Debemos recordar que entre algunos de los elementos que portaba, el CX tenía frenos y suspensión hidroneumática, además de la ultra conocida dirección DIRAVI, lo que a buen seguro hizo que los pilotos tuvieran un proceso de adaptación al comportamiento de un coche que, a pesar de ser la primera berlina de Citroën que superaba los 200 km/h, no estaba precisamente concebido para competir en circuito y mucho menos puerta con puerta.
Debemos aclarar que la intención inicial era la de crear una carrera de lo que era una Citroën Visa Cup, sin embargo, a la firma de los dos chevrones le pareció una buena idea tantear a las grandes fortunas del país con sus Citroën CX, por lo que decidió finalmente que estos voluminosos yates con ruedas fueran los coches a pilotar por algunas de las mejores manos a nivel mundial.
En total eran 20 unidades del CX 2400 GTI suministradas por la marca francesa, con John Watson instalado en la pole. Era la antesala a la tormenta, ya que obviamente un circuito así no estaba preparado para albergar una carrera de este tipo y menos con estas monstruosidades. Toques, choques, lucha puerta con puerta, atajos un tanto antideportivos. Dan Gurney dejó el frontal de su vehículo prácticamente irreconocible y raro era no ver a un coche con los intermitentes encendidos, a saber, si por haber accionado la palanca involuntariamente o por el fallo de alguna conexión.